Apéndice II – Diario de Diente de oro.

Extractos del Diario de Potameonas Veitrenus (“Diente de Oro”)

“…en mi primer misión para mi señor Oloth. La asquerosa Marais.

Me pregunto si así fue para EL alguna vez. Siendo ahora un señor.
La villa no tiene nada de especial. Son unos campesinos descarriados
Mi señor ya me lo había dicho, la anarquía reina aquí.
Si esta misión y las que le siguen son un éxito. Tal vez
reclame estos territorios para Oloth. Bajo mi mano dura
crecerá mucho este territorio. Hasta poder convertirme
en un archimago también.”

“Detesto reconocerlo. Pero incluso con mi bajo dominio de la
magia yo mismo podría poner un poco de orden aquí en Cork.
Nadie parece saber nada de los Ramatek, ni del bosque de conjuros
Iluskano. No me extraña… ¿Conjuros Iluskanos?! Ja! Inútiles.
Me hago a la idea de hacerme alguna vez con el control de estas
tierras. Las mujeres Gallet no están mal para ser unas pueblerinas
ignorantes. Hoy he oído gritar a una niña semielfa. Gratificante.
Ya no volverá a hacerlo nunca mas.”

“El cerdo Gallet que el maestro envío con nosotros (Cobrius) no
deja de increparme con su búsqueda personal. Se ve que es un
huérfano propiedad de Oloth. Y estar aquí le ha traído recuerdos.
Mi plan para el era asesinarlo hoy, pero ha encontrado el rastro
de alguno de los muertos vivientes de los Ramatek.
Lo he dejado vivir, por hoy.
Pero no me esforzare por encontrar a su hermano Medras o como sea.”

“ Debemos prepararnos. Esta noche iremos a buscar a la secta.

Mi señor ha pactado con el sumo sacerdote una tregua.
Intereses mutuos de sabotaje de la región supongo.

Me advirtió que no confíe en ellos y me entrego algunas pociones,
un par de dagas y tres de sus huevos mágicos por si algo salía mal.
Me pidió que les haga todo el daño posible si violaban la tregua.”

“ Hoy algo o alguien ha hecho “desaparecer” a Cobrius y Nerves.
No tenemos guardias. Puede que sea un favor o por designio de
Oloth. En el pueblo nadie sabe nada y hechos conseguido información
sobre el bosque de conjuros.
Esta noche iremos a por la secta y luego informaremos de las
muertes al lord archimago.
Puede que le avise antes. Para protegernos permaneceremos en
la villa, en el callejón asqueroso hasta la hora de la reunión y
marcharemos al tocón infame. Como lo llaman aquí el Breico.”

“Definitivamente alguien sigue nuestro pasos. Estamos en
el sitio a la espera, disfrazados, arropándonos de este frío
asqueroso con…”